Tecnópolis
Por: Luis Enrique Cruz García
Inteligencia Artificial y el futuro del empleo: ¿una amenaza o una oportunidad?
Antes de comenzar con el tema propuesto en supralíneas, quiero agradecer a Opinión Colima por darme la oportunidad de volver a esta práctica de arrastrar el lápiz (el teclado en este caso) para poder reflexionar sobre algunas ideas. En este espacio me permitiré tocar temas de economía, economía digital, tecnología y, a veces, algo de política. En esta primera participación pondré sobre la mesa uno de los debates que ha cobrado relevancia en los últimos años, ¿la Inteligencia Artificial (IA) nos quitará el trabajo?
Sin lugar a dudad, la IA ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, transformando rápidamente la manera en que interactuamos con la tecnología y revolucionando diversos sectores industriales. Aunque esta innovación ha demostrado un potencial sin precedentes para mejorar la eficiencia, la productividad y nuestras vidas en general, también ha generado incertidumbre y preocupación sobre el futuro del empleo. La creciente automatización de tareas y procesos gracias a la IA plantea la cuestión de si algunos puestos de trabajo estarán en riesgo de desaparecer. En este artículo, examinaremos de manera equilibrada cómo la IA podría impactar en el mercado laboral, y si su evolución representa una amenaza real para los trabajadores o una oportunidad para redefinir nuestra relación con el trabajo.
La IA ha demostrado su capacidad para realizar tareas complejas que antes requerían la intervención humana. Procesos de análisis de datos, toma de decisiones, atención al cliente y manufactura, entre otros, han sido automatizados con éxito en muchos sectores. Si bien esto ha llevado a mejoras en la eficiencia y reducción de costos para las empresas, ha suscitado preocupaciones sobre la pérdida potencial de empleos.
Es innegable que algunas tareas rutinarias y repetitivas podrían ser reemplazadas por sistemas de IA. Esto podría afectar principalmente a trabajos que se basan en actividades predecibles y de baja complejidad. Sin embargo, es importante destacar que la automatización también ha llevado a la creación de nuevos empleos y oportunidades en industrias emergentes y tecnológicas. La experiencia histórica ha demostrado que, a medida que la tecnología avanza, surgen nuevas necesidades y roles que requieren habilidades diferentes y más especializadas.
En lugar de ver a la IA como una amenaza directa para el empleo, es esencial reevaluar el papel del trabajo humano en la sociedad. La automatización puede liberar a los trabajadores de tareas monótonas y repetitivas, permitiéndoles enfocarse en actividades más creativas, estratégicas y de valor agregado. Además, la interacción entre humanos y máquinas puede resultar en una sinergia poderosa, en la que la IA complementa las habilidades humanas, generando así soluciones más innovadoras y eficientes.
Si bien la llegada de la Inteligencia Artificial plantea interrogantes sobre el futuro del empleo, no debe ser considerada como una amenaza única y absoluta para la fuerza laboral. Históricamente, la tecnología ha sido un motor de cambio y crecimiento, creando nuevos empleos y oportunidades inesperadas. La clave para adaptarse a esta nueva era tecnológica radica en una sólida educación y capacitación continua para los trabajadores, permitiéndoles desarrollar habilidades relevantes y ajustarse a las demandas cambiantes del mercado laboral.
Además, es esencial que los gobiernos, empresas y la sociedad en su conjunto trabajen de manera conjunta para desarrollar políticas y estrategias que aprovechen el potencial de la IA para el bien común. Esto incluye el fomento de la investigación y desarrollo de tecnologías, el establecimiento de regulaciones éticas y responsables, y la promoción de una transición justa hacia una economía cada vez más digitalizada.
En última instancia, la inteligencia artificial puede ser una fuerza transformadora para el progreso humano si se maneja adecuadamente. Debemos adoptar una mentalidad proactiva y colaborativa para asegurarnos de que la IA beneficie a la sociedad en su conjunto y nos permita evolucionar hacia un futuro laboral más inclusivo y prometedor. Al final del día, y como leía en una discusión en Twitter (o “X”, ya pronto tendremos que llamarle así) “la IA no te va a quitar el trabajo, la persona que sepa utilizar la IA es la que te lo va a quitar”.